A cincuenta kilómetros al sur de Auxerre, el pueblo fortificado en la cima de la colina de Vézelay es un destino muy popular para los amantes de la historia que desean explorar el rico pasado cultural de Borgoña. Famoso por su Basílica Románica, esta comunidad patrimonial también ofrece impresionantes vistas de los Monts de Morvan desde calles serpenteantes, miradores en la ladera y las habitaciones de los acogedores B&B y hoteles del pueblo. Elegidos por su ubicación, diseño y servicios, nuestra selección de los mejores lugares para hospedarse en Vézelay promete una escapada francesa inolvidable.
Fundado alrededor de la Basílica de Santa María Magdalena en el siglo XII, el pueblo está rodeado por los restos de imponentes fortificaciones protectoras. Entra por la Porte Neuve, con sus dos torres, y pasea por calles bordeadas de casas antiguas, cafés independientes, boutiques y galerías mientras te diriges a la Basílica. Descubre el vasto interior del edificio y su importancia como punto de partida en la ruta de peregrinaje a Santiago de Compostela con una visita guiada. Otros puntos culturales destacados incluyen la Casa Jules-Roy, que también cuenta con hermosos jardines, el Museo Zervos y el Museo Viollet-le-Duc; llamado así por el arquitecto francés que orquestó la restauración de la Basílica en el siglo XIX.
Atrévete a ir más allá del pueblo para realizar caminatas escénicas, paseos a caballo y en bicicleta, o toma el cielo en un globo aerostático con France Montgolfières. El Parc Naturel Régional du Morvan es hermoso y vale la pena explorar. Regresa a uno de los mejores lugares para hospedarse en Vézelay para disfrutar de noches relajadas con un verdadero sentido de la historia.
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Vézelay
Una casa adosada perfecta con glicinas que presume de una ubicación ideal junto a la histórica basílica románica. Decorada con encanto en toda su extensión con tonos cálidos, una selecta colección de antigüedades y papel pintado con patrones clásicos. Una estancia esencialmente francesa.
Vézelay
Un encantador hotel/restaurante en el pintoresco pueblo de Vézelay. Las habitaciones rústicas, decoradas de manera sencilla, cuentan con suelos de parqué o piedra, vigas de madera expuestas y paredes de piedra. El verdadero protagonista es el restaurante, que ofrece cocina francesa tradicional elaborada con productos locales. Un lugar encantador para los amantes de la gastronomía y los exploradores.
