Hotel Café Royal

Nuestras reseñas

Después de su cierre en 2008, el actual propietario del Café Royal ha invertido una gran cantidad de dinero en la institución londinense y la ha reinventado como un hotel de lujo. La estructura del edificio fue completamente despojada, revelando muchas joyas ocultas de época que han sido restauradas con orgullo, incluidas techos pintados ornamentales y una hermosa galería, suelos originales de mosaico, escaleras... ¡y más! Las habitaciones Portland se han creado utilizando la piedra de Portland de Regent Street como punto de partida, y aunque las paredes de piedra simulada tienen un aire un poco industrial, la impresión general es buena: camas grandes y cómodas, televisor Bang & Olufsen y tecnología de última generación para operar luces y cortinas. Las habitaciones Mansard son igualmente espaciosas (y tienen toda la tecnología), pero tienen techos estilo mansarda y las paredes están revestidas de roble. Los baños son exquisitos, todos formados con hermoso mármol italiano de Carrara (incluidas las enormes bañeras) y complementados con deliciosos productos de Floris. Si tienes un presupuesto generoso, reserva una de las suites exclusivas que ofrecen espacios vastos con muchas características de época. O para la máxima fiesta, la Suite Dome es una habitación redonda (¡en la cúpula, por supuesto!) con iluminación ambiental y dos terrazas con vistas espectaculares sobre Picadilly, Regent Street y más allá. Beber y comer tampoco son para menospreciar. Las opciones gastronómicas incluyen el recién inaugurado Laurent en el Café Royal, una nueva parrilla y bar de sushi supervisado por el chef Laurent Tourondel. Hay varios bares y el Oscar Wilde Lounge, una declaración de pura opulencia exagerada, es el lugar para disfrutar de un fabuloso té de la tarde. Como si todo esto no fuera suficiente, el sótano alberga el suntuoso Akasha Holistic Wellbeing Centre, donde la pieza de resistencia es una enorme piscina de natación para un relajante chapuzón después de un día en la ciudad (además de nueve salas de tratamiento y un gimnasio totalmente equipado). El personal no podría ser más servicial y este icónico lugar seguramente ha sido reimaginado para capturar las glorias de una época pasada. Ven aquí para una estancia suntuosa en el corazón del West End de Londres.

Sarah Empson