Jardins Secrets

Nuestras reseñas

¡Si te alojas en Jardins Secrets, puedes matar tres pájaros de un tiro! Primero, visita la arena romana mejor conservada fuera de Italia, segundo, disfruta de habitaciones románticas y seductoras y tercero, admira eclécticas colecciones de todo, desde pavos reales disecados, monos dorados, a pianos de cola, murales indios, plata, pinturas del siglo XVIII, vidrio, muebles, todo sin una mota de polvo. En una calle residencial ordinaria, escondido detrás de una pesada puerta, hay un exuberante jardín con limoneros y naranjos, olivos centenarios, fragantes rosas y una piscina para refrescarse, no para nadar en largos. Al entrar al edificio, es fresco y oscuro con luces parpadeantes, moviéndose de salón en salón encuentras sillas cómodas y profundas, murales de mahout y una cornucopia de artículos cuidadosamente seleccionados, hay algo aquí para cada gusto. Las habitaciones son igualmente opulentas con cortinas pesadas, papeles pintados oscuros y una atmósfera sensual con grandes bañeras independientes y espejos ahumados. Definitivamente está dirigido a los románticos. El desayuno puede ser un poco caro, pero los ingredientes son de primera calidad: jugo de naranja recién exprimido, yogur cremoso, nueces, semillas, tocino crujiente, mermeladas caseras, todo servido en fina porcelana antigua. No hay restaurante, pero hay muchos a poca distancia.

Hugh Graham-Watson