La Demba Art-Hotel

Nuestras reseñas

La ubicación puede ser remota, pero el la Demba Art Hotel es popular entre los habitantes de la ciudad y las familias que desean sumergirse en la naturaleza. Fantásticas rutas de senderismo, ciclismo de montaña, pesca, barranquismo y natación, todo cerca en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y el Cañón de Añisclo. Y para los menos atléticos, siempre puedes seguir la ruta del vino local. El hotel en sí, como muchos hoteles de arte, es diferente. Las imágenes en las paredes y las esculturas alrededor pueden no ser de tu gusto, pero sin duda son interesantes y algunas de ellas impactantes, y ofrecen un gran cambio respecto a las propuestas más anodinas de muchos hoteles. Sin duda es diferente, al igual que las habitaciones, cada una diseñada por un artista diferente. Todas son espaciosas, algunas más que otras, y podrían acomodar camas adicionales para niños sin dificultad. Sin embargo, algunas áreas del diseño, cuando se dejan en manos de un artista, pueden no cumplir con lo que podrías esperar en términos de instalaciones generales y funcionalidad, pero las camas son cómodas y las habitaciones tranquilas. Llega preparado para ser sorprendido. El restaurante sirve buena comida rústica de montaña con abundancia de carne y verduras y un delicioso soufflé de chocolate caliente (imperdible). En verano, hay una amplia terraza soleada con vistas espectaculares sobre el pueblo local de Abizanda y las montañas y lagos más allá. También prueba el vino de los viñedos locales de Enate (también tienen su propia colección de arte contemporáneo) pero ten cuidado, son potentes.

Hugh Graham-Watson