Mihir Garh

Nuestras reseñas

¿Qué puede prepararte para la primera vista de esta hermosa pequeña fortaleza, perfectamente situada sobre una duna de arena que emerge en medio del Desierto de Thar? Como si eso no fuera sorpresa suficiente, debes entender que la creación de este milagro es un asunto del siglo XXI. Fue la realización de un sueño por la noble familia Singh, descendientes del cercano Rohet Garh, ese maravilloso hotel patrimonial, creado en su hogar ancestral, establecido por primera vez en 1622.

Mihir Garh lleva el confort y el lujo de Rohet Garh a otro nivel. Construido en solo dos años, este hotel imaginativo alberga solo nueve magníficas suites. Cada una tiene más de 160 metros cuadrados de indulgencia privada, con un balcón o patio propio, y ya sea un jacuzzi o una piscina de inmersión climatizada. La decoración y los muebles son espectaculares, incluyendo las tradicionales chimeneas blancas, adecuadamente hechas por artesanos locales para crear espacios íntimos e inusuales. En todas partes hay nichos, arcos y pequeñas escaleras construidas en suaves curvas pulidas que satisfacen.

Por la noche, pequeñas velas iluminan las paredes, y braseros acompañan las mesas de comedor al aire libre reunidas alrededor de una piscina infinita que mira hacia el desierto. A su alrededor se elevan los dientes de sierra de los baluartes inspirados en los mogoles, mientras que arriba las estrellas puntean el cielo. Hay patios dentro de patios, y por todas partes se escucha el sonido suave del agua corriendo de las fuentes que caen. Hay tal sensación de intimidad en todo el lugar, que sorprende saber que hay más de cuarenta miembros del personal para atender las nueve suites. Son amigables y discretos, y te divertirás al descubrir que cuando finalmente te acuestas, una bolsa de agua caliente te espera.

Este palacio del placer no es una ilusión del desierto. Ofrece una exquisita gastronomía, tanto tradicional como continental. El Spa Tulsi ofrece una variedad de tratamientos, el Safari por el pueblo te lleva a conocer a los artesanos locales, el Picnic Real superará tus expectativas, mientras que el programa ecuestre te lleva en paseos únicos por el desierto salvaje en su famosa raza Marawi. Incluso hay talleres culinarios y demostraciones, para que los huéspedes puedan aprender los secretos de las delicias que han disfrutado de las cocinas.

Los propietarios de Mihir Garh son conscientes de sus responsabilidades ecológicas, y aseguran que las diversas actividades de sus huéspedes no interfieran con la belleza de esta tierra virgen. El desierto circundante está sorprendentemente lleno de aves, incluyendo muchos pavos reales que se pueden ver por todas partes alrededor del fuerte, y antílopes pastando un poco más allá. Mihir Garh te ofrece un sabor del paraíso, con los más altos estándares que un hotel puede ofrecer. No es un lugar fácil de dejar.

Hugh Dunford Wood