Palais Ronsard

Nuestras reseñas

Si buscas un refugio opulento para adultos en la Palmeraie, Palais Ronsard es una apuesta segura. Esta impresionante propiedad solo abrió en 2019, y después del covid finalmente está comenzando a dejar su huella (ganó el Prix Versailles al restaurante más elegante en 2020). Propiedad privada de la modelo francesa Adriana Karembeu, es un lugar hermoso tanto por dentro como por fuera.

Se entra a un impresionante vestíbulo de mármol con una majestuosa escalera doble (que lleva a las suites en el primer piso y una terraza con excelentes vistas sobre las palmeras de la Palmeraie), donde encontrarás el bar que ha sido diseñado para recrear la grandeza de los años 30 en su mejor momento (techo rojo rubí, sillas y taburetes de terciopelo profundo y una chimenea para las noches de invierno con ambiente) y donde ofrecen una larga lista de cócteles y un humidor lleno de los mejores de Cuba. Hay veintiocho habitaciones y suites (incluyendo seis pabellones, cada uno con un jardín privado y piscina climatizada). Los interiores han sido diseñados por Gil Dez (famoso por Villa Gallici, en Provenza), y aquí ha creado un capullo acogedor lleno de antigüedades cuidadosamente seleccionadas, lámparas de loro hechas a medida y hermosas habitaciones y suites que evocan el glamour del boudoir en su máxima expresión: piensa en enormes camas con dosel, cortinas de terciopelo, puertas con espejos y techos bellamente pintados. Todas están hechas en un estilo similar, pero todas son únicas con sus diferentes esquemas de color, y todas son tan lujosas como la siguiente, desde las habitaciones Prestige hacia arriba. Puedes esperar las mejores sábanas, baños de mármol con lavabos dobles, bañeras profundas, duchas tipo monzón y artículos de tocador de Clarins. Suntuoso es una forma de describirlo, pero los amantes de la modernidad y el minimalismo deberían mantenerse bien alejados.

Como miembro de la organización Relais et Chateaux, los estándares de comida aquí son altos. El menú de la cena es una mezcla ingeniosa de platos tradicionales marroquíes y mediterráneos, y el desayuno puede ofrecer todos los sospechosos habituales, pero están cocinados a la perfección.

La propiedad está ubicada entre dos hectáreas de jardines maduros (en los que encontrarás los seis pabellones separados), y las habitaciones en la planta baja tienen la ventaja adicional de acceso directo a este pequeño paraíso con sus arbustos cuidadosamente recortados, fuentes que tintinean y estanques de lirios, y una enorme piscina central. Es un lugar de serenidad y escape, ¡nunca pensarías que la frenética ciudad de Marrakech está a 20 minutos en coche! De hecho, esto es de lo que realmente trata Palais Ronsard; ofrece un espacio muy adulto para que los huéspedes se relajen y descansen en un pequeño trozo de paraíso.

Sarah Empson