Riad Capaldi

Nuestras reseñas

En medio del creciente número de pequeños y elegantes riads en Marrakech, es bastante difícil destacar entre la multitud. Sin embargo, lo que Riad Capaldi logra ofrecer en abundancia es un remanso de paz con un grupo de personal verdaderamente excepcional que está a disposición para asegurarse de que, sea cual sea el obstáculo, lo resolverán. Ya sea aconsejándote sobre el mejor restaurante local o simplemente ayudándote a navegar por el laberinto de la medina.

Hay solo siete habitaciones diseñadas individualmente (una es una suite), todas dispuestas alrededor del patio central abierto (completo con una extraordinaria y enorme planta de banano para dar sombra), todas ubicadas en el primer piso y una con su propia terraza privada en la azotea. El estilo es clásico en su esencia: una combinación elegante y refinada de lo nuevo y lo antiguo, con suelos tradicionalmente alicatados, ventanas oscuras con contraventanas, espejos cuidadosamente colocados y una multitud de características originales, incluyendo un techo original de cedro, antiguos trabajos de yeso marroquí y suelos de bejmat.

En la planta baja, en las áreas comunes para los huéspedes, este diseño continúa en el salón, la biblioteca y el comedor. Las paredes están encaladas y adornadas con obras de arte modernas cuidadosamente elegidas, y hay muchos sofás y sillas para relajarse, sin mencionar libros, juegos, etc., para mantener a todos entretenidos en días perezosos. Otras características notables son la piscina en el patio (más grande de lo que parece a simple vista) y la terraza en la azotea, que es el lugar ideal para estar en la tarde, copa en mano admirando la puesta de sol.

En cuanto a la ubicación, Riad Capaldi está en el corazón de la Medina, en un lugar tranquilo y menos turístico, a un paso del Museo de Fotografía y a un buen paseo por los zocos hasta la mezquita Koutoubia. Para una estancia discreta en lujo sutil, Riad Capaldi no te decepcionará.

Sarah Empson