The Castle Hotel, Lincoln

Nuestras reseñas

A una corta distancia a pie entre los dos edificios imprescindibles de Lincoln: el Castillo Normando y la Catedral Gótica, y con vistas directas a las murallas del castillo, este hotel tiene, posiblemente, el mejor lugar de la ciudad. Los atractivos edificios en la empinada Steep Hill, que albergan tiendas independientes, cafés y pubs, también están a solo cinco minutos a pie. Originalmente una escuela victoriana, el alto edificio de ladrillo rojo se ha convertido en un hotel de estilo casa adosada con habitaciones de diseño boutique: alfombras suaves, tonos neutros claros, muebles elegantes y toques de plata para añadir un poco de brillo. La mayoría de las habitaciones están en el edificio principal: las habitaciones en el último piso, bajo el alero, tienen más carácter. Algunas habitaciones en la planta baja están al otro lado del patio con un apartamento separado y autosuficiente arriba (útil para familias, ya que también puede ser con cocina propia). Hay un pequeño bar elegante pero relajado y un restaurante con estilo que no desentonaría en las zonas más modernas de Edimburgo, Bristol o incluso Londres. La cocina es confiada y estilo bistró, prácticamente todo se hace en casa, con una lista de vinos interesante y a precio modesto. En los meses más cálidos, hay espacio para un par de mesas en la pequeña terraza delantera. Una base con estilo para explorar la cultura, historia y tiendas de la ciudad, y con un restaurante animado para cerrar el día con una cena.

Helen Pickles