Topazz

Nuestras reseñas

Para una perspectiva diferente y completamente moderna de la Viena barroca, alójate aquí. Ubicado en una pequeña calle lateral en el corazón del histórico 1er Distrito, el Hotel Topazz no podría estar mejor situado: al salir, la Kartner Strasse con su abanico de tiendas exclusivas está justo ahí, además de una multitud de bares y restaurantes de moda. A dos minutos a la vuelta de la esquina, puedes pararte y admirar con asombro la icónica aguja de la Catedral de San Esteban; a solo 10 minutos a pie se encuentra la Ópera Estatal y el Palacio de Hofburg. El hotel es un verdadero hito por derecho propio. La imponente fachada futurista de mosaico pulido y las grandes ventanas elípticas han sido el tema de mucha discusión entre los buenos ciudadanos de Viena. Las ventanas son, de hecho, una obra maestra moderna: llenan las habitaciones de luz, y puedes acurrucarte en los cojines y observar el bullicio exterior. Cada habitación tiene una o dos de dichas ventanas, dependiendo del precio. Las habitaciones tienen líneas limpias y están decoradas en oscuros colores con toques de plata Art-Deco. Los baños de mármol, los artículos de tocador Molton Brown y las potentes duchas de lluvia contribuyen a una experiencia de mimo casi de otro mundo. El hotel cuenta con un buen bistró debajo del nivel de la calle (maximizando el uso del espacio) donde también se sirve el excelente desayuno. El personal es de primera categoría: joven, enérgico, amable y servicial. El hotel hermano Lamee está justo al otro lado de la calle y cuenta con un animado bar en la azotea. Esta es una experiencia diferente a muchos de los otros hoteles muy tradicionales que abundan en Viena. Es refrescantemente alternativa y divertida: estás rodeado de historia aquí, ¿por qué no alojarte en algún lugar del siglo XXI? Recomendado para parejas jóvenes.

Hugh Graham-Watson