Wild Grass Lodge

Nuestras reseñas

Situado justo a las afueras del Parque Nacional de Kaziranga, este eco-lodge es un lugar discreto y tranquilo para hospedarse. Los amantes de la naturaleza se sentirán como en casa paseando por los jardines, que están llenos de arbustos, flores, árboles y vida silvestre. (El excéntrico propietario, Manju Baruah, un apasionado horticultor, incluso ha etiquetado todos los árboles). Las 18 habitaciones para huéspedes, divididas en dos grandes bloques, son simples pero acogedoras y espaciosas. No hay minibar ni aire acondicionado; este no es ese tipo de alojamiento, pero puedes esperar aromas de citronela, camas suaves, muebles hogareños y cortinas con patrones de helechos, reflejando el ethos ecológico del hotel. Recordando a un antiguo pabellón de caza, el comedor cavernoso está decorado con cabezas de ciervos, pinturas de aves y esculturas de animales. Y afuera, hay una fresca terraza bajo un techo de bambú, donde puedes relajarte mirando el amplio césped. El menú es básico pero las opciones locales son excelentes: pide el curry de pescado (fresco del Brahmaputra), la berenjena ahumada, el moong dal (dal amarillo) y roti. Wild Grass, por supuesto, puede organizar safaris en jeep por el parque para avistar los rinocerontes indios de un solo cuerno en peligro de extinción, así como excursiones inolvidables por el río Brahmaputra, donde podrías vislumbrar un delfín haciendo piruetas al atardecer.

Laura Griffith-Jones