Ponza es la más grande de las Islas Pontinas, un deslumbrante y hermoso archipiélago en el Mar Tirreno, frente a la costa de Latina. Puedes llegar a Ponza desde Roma y Nápoles en un par de horas, lo que incluye un precioso viaje en ferry, convirtiéndola en una opción muy popular para una rápida escapada isleña. Algunos han llamado a Ponza 'Capri sin turistas', y ciertamente es un destino de verano que los italianos prefieren guardar para sí mismos. Nuestra lista de los mejores lugares para hospedarse en Ponza es pequeña, pero espectacular: incluye un hermoso hotel ubicado en un acantilado con vistas a una brillante bahía azul.
Además de una costa dramáticamente hermosa con acantilados blancos y sus aguas claras y turquesas, los pueblos de Ponza también son encantadores: una paleta de colores vivos en los edificios alrededor de bonitos puertos con pequeños barcos.
La isla tiene el tamaño ideal para un descanso junto al mar y un cambio de escenario ideal tras un recorrido por los destacados culturales de Italia. Ponza cuenta con su cuota de playas estilo lido, con discotecas al aire libre y bares elegantes, pero también hay numerosas playas familiares y calas escondidas sin instalaciones que solo son accesibles en barco.
Durante el verano, la isla recibe un impulso extra de vida cuando los elegantes romanos y napolitanos llegan para disfrutar de las playas de arena, pasar tiempo en el agua, visitar los mercados locales, comer mariscos y tomar bebidas coloridas en los diferentes paseos marítimos. Pero definitivamente no es una isla turística, los locales tienen el control y su calidez refleja su placer en ser anfitriones de verano. Para nuestros Gurús, los mejores lugares para hospedarse en Ponza son administrados por sus propietarios o están atendidos por amables locales que te ofrecerán recomendaciones hechas a medida de tus gustos.
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Ponza
Una impresionante propiedad en lo alto de un acantilado en la idílica isla de Ponza. Terrazas cubiertas de buganvillas ofrecen vistas espectaculares de la costa. Las habitaciones son elegantes y sencillas, decoradas en tonos náuticos, con puertas de patio que llevan a amplios balcones. Un restaurante informal sirve cocina local fresca. Un refugio tranquilo.
