A dos horas al sur de Ciudad de México en el sur de Morelos, Amacuzac sigue siendo un destino maravillosamente alejado del turismo masivo. Derivado de palabras en náhuatl que significan 'lugar donde el río se estrecha', y situado a lo largo de rutas comerciales históricas que conectaban las tierras altas centrales de México con la costa del Pacífico, este es un terreno de colinas onduladas, vegetación tropical y antiguos valles fluviales. Amacuzac tiene un ambiente relajado y encantador que deleitará a aquellos que buscan una muestra de la vida mexicana auténtica lejos de las multitudes. La selección de nuestros Gurús de los mejores lugares para alojarse en Amacuzac no es una excepción; una hacienda del siglo XVI, rebosa de encanto atemporal.
Pasea por calles tranquilas bordeadas de coloridos edificios coloniales, entra en iglesias que muestran la fusión única de la arquitectura española e indígena de la región, y elige un lugar en un café familiar al sol. Llena tus bolsas con productos frescos en el mercado semanal, donde los artesanos también exhiben artesanías locales. Las festividades tradicionales que celebran a los santos patronos y las cosechas estacionales son una manera brillante de conectarse con la cultura y la comunidad; al igual que las visitas guiadas al centro del pueblo y el campo circundante.
Los aventureros entusiastas pueden hacer senderismo y ciclismo a través de reservas naturales escénicas, o descubrir cuevas rocosas y bañarse en aguas termales ricas en minerales. Como gran parte del México rural, la tierra alrededor de Amacuzac está salpicada de ruinas precolombinas, y los viajes a sitios arqueológicos o para ver petroglifos en enormes rocas son fascinantes. Regresa a tu elección de los mejores lugares para alojarse en Amacuzac para saborear especialidades regionales llenas de sabor bajo las estrellas.
Sin spam. Solo recibirás las últimas actualizaciones sobre aperturas recientes de hoteles y los mejor lugares para alojarte.
Amacuzac (Cuernavaca-Chilpancingo)
Una hermosa hacienda histórica que data de 1529, convertida en un lujoso hotel boutique. Las habitaciones rebosan carácter con obras de arte originales, antigüedades pesadas y mampostería expuesta. Hay un extenso spa y dos piscinas al aire libre dentro de los exuberantes jardines. El restaurante gourmet mexicano completa el cuadro.