Un paraíso para los aventureros, Cardrona es espectacular. Los visitantes de invierno pueden explorar la estación alpina de 345 hectáreas, mientras que los ciclistas de montaña, senderistas y jinetes pueden recorrer tanto las montañas como el impresionante Valle de Cardrona durante el verano. Con opciones de alojamiento que van desde acogedores B&B hasta un icono histórico, nuestra selección de los mejores lugares para alojarse en Cardrona tiene algo para todos.
A solo 40 minutos en coche de Queenstown, Cardrona es fácilmente accesible para divertidos viajes familiares o en grupo, y unos días aquí son una maravillosa adición a un viaje a la región de Wānaka, Queenstown y Central Otago. Se pueden organizar fácilmente clases de esquí y snowboard, y hay una gran variedad de pistas para experimentar. Cardrona Parks tiene las instalaciones de parque y half-pipe más extensas del Hemisferio Sur. Los paseos en góndola hasta la cima de la montaña ofrecen vistas impresionantes, mientras que el snow tubing es una diversión fantástica para viajeros de todas las edades.
En verano, puedes seguir senderos a través de pueblos de la fiebre del oro en el Valle de Cardrona, descender por senderos de montaña en Cardrona Bike Park — incluyendo el legendario descenso de Cardrona Peak to Pub — o hacer mountain carting. Los tours por la Destilería Cardrona o las caminatas en el Área de Conservación Pisa son brillantes. Sigue días de gran descubrimiento con acogedoras noches de observación de estrellas en uno de los mejores lugares para alojarse en Cardrona.
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Cardrona (Wanaka)
Un popular B&B dirigido por sus propietarios con tres habitaciones espaciosas, decoradas de manera individual, y un estudio. Se pueden añadir camas extra para niños, quienes adorarán la piscina y el jardín de 4 hectáreas. Deliciosas cenas de tres platos estilo table d'hôte utilizando ingredientes cultivados en casa. Una excelente base para familias activas que desean un hogar lejos de casa.
Cardrona (Cardrona 9381 )
Uno de los últimos edificios que quedan de la era de la fiebre del oro de Cardrona y, sin duda, uno de los hoteles más famosos del país. Las encantadoras habitaciones son simples pero acogedoras, con tonos grises y azules, con camas y muebles de madera en los que relajarse. Cuenta con un restaurante galardonado y un popular jardín cervecero.
