Tu interés en Testaccio como destino romano posiblemente esté relacionado con tu interés en la historia de Roma, ya que una de las cosas más fascinantes de esta área es que fue un centro de comercio durante la antigüedad y la colina sobre la que está construida es, en realidad, hecha por el hombre: una vasta pila de contenedores de arcilla rotos. Hoy en día, Testaccio es un barrio hipster - fue un centro de carniceros, pero está tan céntrico que su gentrificación era solo cuestión de tiempo - y se está haciendo conocido por su gastronomía. Los mejores hoteles en Testaccio están bien situados para visitar los monumentos de Roma y están rodeados de excelentes lugares para comer y beber, tanto durante el día como por la noche.
Testaccio no se preocupa mucho por ser visto, no es particularmente elegante, y los lugareños que no visten Valentino o Fendi vienen aquí para disfrutar de una comida fantástica. Verás a señoras mayores abasteciéndose en las tiendas locales y en uno de los mejores mercados de Roma, el Mercado de Testaccio. El edificio es nuevo, pero el mercado es muy antiguo, y muchos de los puestos han sido administrados por las mismas familias generación tras generación. Y los productos son excepcionales.
Testaccio no tiene muchas atracciones turísticas de renombre, pero aquí encontrarás las tumbas de Keats y Shelley. La tumba de Keats no lleva el nombre del poeta, pero junto a la suya está la tumba de su amigo Joseph Severn, cuya tumba lo destaca como el ‘Amigo devoto y compañero en el lecho de muerte de John Keats’. También es donde encontrarás el Museo de Arte Moderno Mattatoio. Estás a unos 30 minutos a pie del Coliseo.
El Althea Inn es un B&B en la azotea, aislado, con tres habitaciones espaciosas y encaladas, tres suites con terraza privada y un balcón lleno de flores, perfecto para aperitivos. Las habitaciones comienzan desde alrededor de €80 por noche y estás rodeado de excelentes lugares para comer a precios accesibles.
Roma (Testaccio)
Ático B&B aislado fuera de los caminos trillados con habitaciones espaciosas, paredes encaladas, decoración sencilla y la pieza de resistencia, un balcón privado lleno de flores en el que relajarse y disfrutar de un aperitivo mientras se pone el sol. Una excelente opción económica y para aquellos que desean descubrir una Roma fuera de lo común.
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