Heckfield Place

Nuestras reseñas

Tras cerca de nueve años de preparación, Heckfield Place rebosa de detalles interminables e impresionantes gracias a su propietario involucrado, Gerald Chan, y al diseñador Ben Thompson, desde los maxi-bares forrados de cuero en color mantequilla suave hasta los zapatos Rupert Sanderson en los pies de todo el personal, pasando por las llaves de las habitaciones, hechas de madera. En su corazón se encuentra una casa familiar restaurada a sus orígenes históricos, que con solo 38 habitaciones, 6 suites emblemáticas y una cabaña, mantiene la sensación de ser precisamente eso. Arte inglés del siglo XX de la colección privada de Chan (pinturas de Gary Bunt y Paul Rafferty, fotografías de Elsbeth Juda) decora las paredes, mientras que la finca entra en la casa con cabeceros hechos de paja de la granja (y regados), esteras tejidas de junco, muñecas de maíz para señales de no molestar y flores, frescas y secas, en cada superficie pulida.

Pero es en los comedores, Marle y Hearth, donde los productos de la finca realmente toman el protagonismo. Bajo la dirección culinaria de Skye Gyngell, su equipo en Marle ofrece platos sencillos como trucha de arroyo con hinojo cocido lentamente, salsa rossa y crema fresca, o cordero cocido a fuego lento con alcachofas viola, guisantes y aderezo de limón preservado, después de un entrante que no te puedes perder de tortellini con ricotta de leche de oveja y mantequilla de mejorana. Hearth, encantadoramente acogedor en su sensación y centrado alrededor de un fuego abierto, está alojado en los establos que datan del siglo XVIII. Prueba el risotto de ajo silvestre con ricotta salata, dejando espacio para la tarta de dátiles y flor de azahar.

¿Y qué hacer mientras estás allí? Hay paseos alrededor de los lagos, a través del jardín amurallado y el bosque. Hay recorridos por la granja biodinámica Home Farm, tan central para la creencia de Heckfield Place en la sostenibilidad y el legado y desde donde se envían frutas y verduras frescas, miel y flores frescas diariamente al hotel. Hay una amplia gama de posibilidades de fitness en The Little Bothy Spa con el socio Bodyism y cinco salas de tratamiento utilizando la deliciosa marca propia Wildsmith. Finalmente, está The Assembly. Aquí, en la sala de proyecciones subterránea, tallada bajo el césped frente a la casa y equipada con lujosas sillas de cuero Ferrari, se proyectan películas regularmente con entradas abiertas tanto para huéspedes como para locales.

Mary Lussiana