Hotel Post, St Anton

Nuestras reseñas

El Post posiblemente se considera uno de los Grande Dames de los hoteles de St Anton, ya que ha estado allí desde siempre, pero la realidad es más bien de un estilo familiar y acogedor. Cómodo, confiable, anticuado y sin pretensiones, sus habitaciones hogareñas tienen un aire austero de los años 80 con pino amarillo y alfombras moteadas como características de diseño prominentes. Los baños también recuerdan a esa época. (Canta canciones de Duran Duran en la ducha.) La comida es sencilla y tradicional, con un generoso buffet de desayuno variado, ideal para reforzar a los esquiadores hasta el almuerzo. A minutos de los remontes en el centro del pueblo, este es un hotel sin pretensiones que te permitirá concentrarte en disfrutar de tu compañía y la ubicación. Bueno para grupos ya que hay muchos lugares para sentarse a tomar una copa y charlar, o disfrutar de una partida de canasta en una de las mesas de cartas. Après-ski en el bar Piccadilly.

Hugh Graham-Watson