“Una auténtica quinta portuguesa, rodeada de viñedos con vistas al Valle del Duero. Las elegantes habitaciones cuentan con azulejos tradicionales, muebles antiguos y ropa de cama bordada. Un acogedor salón, una piscina con vistas espléndidas y un comedor estilo table d'hôte completan el cuadro. Perfecto para una estancia de ritmo pausado.”

Recomendado para

  • Escapada Rural

    • Sumérgete en este hermoso lugar bajo olivos y naranjos, y cerca de un río para una paz perfecta
  • Grupos

    • La Casa cuenta con cuatro habitaciones, además de cuatro más en los edificios circundantes, ideal para estancias en grupo
  • Cata de vinos

    • Una base ideal para un viaje de degustación de vinos, o prueba un taller de vinos en la propiedad
  • Restaurante

    • La cena estilo Table d'hôte ofrece platos locales y tradicionales, acompañados por los vinos propios de la Quinta
  • Ubicación excepcional

    • El paisaje circundante ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO
  • Paseos maravillosos

    • Hay senderos para caminatas dentro de los terrenos de la Quinta
  • Otras Actividades

    • Disfruta de un relajante crucero por el cercano río Duero
  • Restricciones para niños

    • Niños mayores de 14 años son bienvenidos
  • Entorno aislado

  • Tranquilidad

  • Suites Familiares

  • Terraza para Disfrutar

  • Mercados locales

  • Museos

  • Colinas y montañas

  • Histórico

  • Elegante

  • Antigüedades

  • Lugares de interés cercanos

  • Acceso para personas con discapacidad

  • Tradicional

  • Encantador

  • Íntimo

  • Romántico

  • Vistas

  • Aire acondicionado

Instalaciones

  • Habitaciones

    8 habitaciones en este hotel
  • Restaurante

    La cena estilo Table d'hôte ofrece platos locales y tradicionales, acompañados por los vinos propios de la Quinta
  • Alquiler de bicicletas

    Aprovecha el alquiler de bicicletas y explora la zona sobre dos ruedas
  • Piscina

    Hay una piscina al aire libre con vistas impresionantes
  • Estacionamiento

    Disponemos de estacionamiento gratuito en el lugar
  • Restricciones para niños

    Niños mayores de 14 años son bienvenidos
  • Terraza para Disfrutar

  • Estación de Carga para Vehículos Eléctricos

  • Biblioteca

  • No se permiten mascotas

  • Cena al aire libre

  • Bar

  • Suites Familiares

  • Acceso para personas con discapacidad

  • Jardín

  • Sala de Estar

  • Servicio de habitaciones

  • Albornoces

  • Wifi

  • Aire acondicionado

  • Seguro

Actividades

  • Cata de vinos

    • Una base ideal para un viaje de degustación de vinos, o prueba un taller de vinos en la propiedad
  • Paseos maravillosos

    • Hay senderos para caminatas dentro de los terrenos de la Quinta
  • Otras Actividades

    • Disfruta de un relajante crucero por el cercano río Duero
  • Mercados locales

  • Museos

  • Lugares de interés cercanos

Mapa y ubicación

Otras reseñas

Quinta da Côrte Douro, Portugal

A perfect blend of 19th-century rural Portuguese authenticity with 21st-century creature comforts comes courtesy of talented designer Pierre Yovanovitch who has managed to absolutely capture the soul of a Douro quinta. Drawing on traditional Portuguese materials from terracotta floor tiles to hand-painted wall tiles in deep glossy green or blue and white, Yovanovitch has overlaid this with antique or bespoke furniture, drawings from David Nash, Moroccan straw mats and contemporary fixtures such as the pale pink glass bubbles suspended over the kitchen table (itself of note having a map of the region hand-painted on its tiled surface) which came from a collaboration with Swiss glassmaker Matteo Gonet.

Publicado originalmente por Mary Lussiana, The Telegraph

The Best Hotels in Portugal 2024

When French winemaker Philippe Austruy first bumped along this estate’s dusty, semi-paved track back in 2012, he fell for it on the spot. The sun-scorched vineyards were so primitive only pickaxes and horse-drawn ploughs could tame them; the white, ochre-yellow-framed stucco quinta – standing in solitary splendour on the edge of a UNESCO-protected hillside – had been left to crumble after a drawn-out inheritance battle. Austruy enlisted slick, Paris-based architect Pierre Yovanovitch to transform the low-slung, 19th-century building into an elegant rural hideout without altering any of its original structure.

Publicado originalmente por Teddy Wolstenholme, CN Traveller

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