San Nicolas Resort

Nuestras reseñas

Es raro encontrar un hotel de playa al que te gustaría regresar una y otra vez, pero el San Nicolas parece generar este sentimiento entre sus huéspedes. El hotel está atractivamente distribuido en varios niveles ajardinados, suavizado con abundantes y bonitas adelfas de color rosa, lavanda, buganvillas, geranios vivos, fragantes rosas y olivos en grandes ánforas de terracota. Las habitaciones son simples y espaciosas con cortinas de muselina blanca y ventanales que miran hacia la bahía en el edificio principal, con suites adicionales más nuevas en una terraza adyacente. Todas tienen balcones o terrazas ajardinadas.

El bar y la zona junto a la piscina son especialmente encantadores por la noche con luces de hadas titilantes en los árboles y la luna brillando en el mar. El restaurante Mare e Monti, en voladizo desde la piscina, está abierto para cenar todas las noches con un menú quizás demasiado sofisticado, pero para platos locales más simples, calamares y pescado fresco, hay muchas tabernas encantadoras a poca distancia a pie.

Por supuesto, para unas vacaciones en la playa, necesitas una tumbona y el San Nicolas tiene muchas, todas con su propia sombrilla para aquellos que prefieren un poco de sombra. Baja de tu cama directamente al mar Jónico turquesa y cristalino, salpica y vuelve a una ducha y a un refrescante vaso de cerveza del bien atendido bar de playa y snacks. Se pueden organizar kayaks, pedal boats (¡flamencos rosados!), lanchas motoras, jet ski, todo amarrado al embarcadero privado. Para unas vacaciones de lujo súper relajantes junto al mar, será difícil superar al Saint Nicholas en Lefkas, con el beneficio adicional de que está muy cerca del Aeropuerto de Preveza (40 minutos en taxi).

Hugh Graham-Watson