Nuestras reseñas
The Beach House, alejado de la carretera costera por un amplio césped, es una opción de buena relación calidad-precio en un hermoso tramo de costa. Decoradas de manera sencilla, las habitaciones han sido renovadas recientemente y son acogedoras, con líneas limpias, colores brillantes, motivos marinos, suelos de madera y paredes con efecto de madera. Algunas tienen terrazas al aire libre en la parte trasera del edificio, donde hay un pequeño jardín.
La atracción del hotel, sin embargo, aparte del precio, es la luminosa sala de estar y el restaurante con vistas al césped, cada uno con grandes ventanales para contemplar el mar. El salón cuenta con un bar y una gran televisión y a menudo está animado con locales, huéspedes y sus perros — este es un hotel muy amigable con los perros. Al otro lado del pequeño vestíbulo, el restaurante sirve los clásicos habituales (aquí no se permiten perros), así como un fabuloso desayuno de Northumberland, que incluye los famosos arenques ahumados de Craster, que está cerca. El servicio es típicamente de Northumberland y amable. Las mejores habitaciones están arriba — cuatro habitaciones de lujo con vistas directas al mar.
The Beach House es la base perfecta para explorar la costa. El Castillo de Bamburgh está a un corto trayecto en coche, al igual que Alnwick para los fanáticos de Harry Potter, Craster por su pub y sus magníficos paseos por los acantilados, y la Isla Sagrada de Lindisfarne está a media hora. Justo fuera del hotel se encuentra la gloriosa playa de Bamburgh, con su amplia extensión de arenas doradas y piscinas de rocas. Para unas vacaciones de verano junto al mar con niños, la ubicación es inmejorable.