Un colorido pueblo pesquero de Northumberland, Seahouses es una hermosa base para una escapada costera. Popular entre parejas, amigos y familias durante los meses de primavera y verano, el pueblo es el trampolín ideal para actividades que van desde caminatas hasta windsurf y todo lo demás. Nuestra selección de los Gurús sobre los mejores lugares para alojarse en Seahouses destaca dos favoritos familiares, perfectos para vacaciones de verano juntos.
Descubra la impresionante costa de Northumberland a pie, recorriendo grandes playas de arena y siguiendo senderos a través de las dunas de hierba para disfrutar de vistas fabulosas. Lleve cubos y palas para buscar en las pozas de marea con los niños, o pruebe el bodyboard, la vela y el windsurf. Los paseos en barco a las Islas Farne, donde se reúnen los frailecillos en los meses más cálidos, también son muy divertidos.
Los entusiastas de la cultura curiosa pueden visitar el Castillo de Bamburgh y el Castillo de Alnwick, admirar el Faro de Longstone o recorrer Cragside House and Gardens. Juegue una ronda en el Club de Golf de Seahouses, lleve a los pequeños al minigolf loco, o disfrute de un festín de pescado y papas fritas junto al mar. Los mejores lugares para alojarse en Seahouses están a poca distancia de dos hermosas playas: Beadnell Bay y Bamburgh, perfectas para una última carrera por la arena antes de que se ponga el sol.
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Seahouses (Northumberland)
Hotel familiar y de buena relación calidad-precio en la costa de Northumberland. Las habitaciones contemporáneas están decoradas en un estilo fresco y aireado, y varias tienen vistas al mar. El restaurante relajado sirve clásicos que agradan a todos, la ubicación no podría ser mejor y también se acepta al perro. ¡Un paraíso para los niños con cubo y pala!
Seahouses
Un hotel boutique junto al mar, elegante pero relajado, lleno de características originales. Las habitaciones, guiadas por el diseño, tienen estilos individuales con cabeceras de cama de patrones llamativos y paredes de piedra expuesta; muchas cuentan con bañeras de cobre. En la planta baja, un animado restaurante ofrece comida excepcional. Una estancia costera relajada y amigable con los perros.