Hotel Chesa Grischuna

Nuestras reseñas

Inaugurado en 1938, el Chesa Grischuna sigue siendo atemporal y uno de los hoteles más populares de Klosters. Parte de los Hoteles Históricos de Suiza y los Hoteles Históricos de Europa, los superlativos se escapan de la lengua: 'Acogedor, cálido, entrañable, encantador, maravilloso servicio...'. Originalmente construido en 1938, se convirtió rápidamente en el hotel más popular para los soldados estadounidenses durante la guerra y luego en el refugio de celebridades y estrellas de cine. El hotel ha sido cuidado y modernizado con amor a lo largo de las décadas, mientras conserva su peculiaridad original; amueblado con muebles locales, tallados en madera, telas bonitas, utilizando artesanos y artesanías locales, combinado con arte contemporáneo y murales. El chef Ronald Fressner ha sido galardonado con 15 puntos por Gault Millau por su cocina, ofreciendo un menú fijo y un menú a la carta creativo. El comedor tiene un gran encanto: pisos antiguos, vigas oscuras, madera tallada pintada y suele estar lleno — hay que reservar. Espere productos locales y especialidades regionales servidas con la típica eficiencia suiza. La bodega ofrece más de 150 vinos. Para los huéspedes residentes hay un acogedor Säli en el primer piso con sofás cómodos y un crujiente fuego de leña. El piano bar Chesa, donde las paredes están pintadas con murales de escenas de invierno, siempre ha sido el lugar para estar después del esquí. La casa de huéspedes Chalet Grishuna, a dos minutos a pie, ofrece habitaciones más económicas, algunas con baños compartidos, pero el desayuno se toma en el Chesa Grischuna y también se ofrece media pensión. Las habitaciones están bien equipadas y amuebladas en un estilo alpino típico de los Grisones, con abundante panelado de madera tallada, sábanas blancas nítidas y edredones mullidos. Los huéspedes leales regresan año tras año.

Hugh Graham-Watson