Aunque tiene vistas a la grandiosa galería del siglo XIX, Galerías St-Hubert, con sus elegantes cafeterías y tiendas de chocolates, este hotel es tan discreto que es fácil pasarlo por alto. De hecho, con su estrecha ventana de vidrio y pequeña recepción mínimamente amueblada, a menudo se confunde con una galería de arte. Las habitaciones son igualmente frescas y minimalistas, con paredes y muebles blancos, suelos de madera y toques de color cuidados en un cojín o una mesita de noche. Los baños son grandes y brillantes, la mayoría con bañeras independientes. La mayoría de las habitaciones tienen vistas a la galería, con fantásticas vistas de la arquitectura, pero ten en cuenta que pueden ser ruidosas hasta altas horas de la noche. El desayuno en el luminoso restaurante con suelos claros y carteles artísticos es una experiencia sencilla pero relajada con un excelente café. Durante el día y la noche, está abierto a no residentes con un menú estilo brasserie. Con una excelente ubicación central, todo es accesible a pie, además hay un patio para relajarse después de un día de turismo.
Estilo Urbano
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Ideal para niños
Terraza para Disfrutar
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Contemporáneo
Acceso para personas con discapacidad
Habitaciones
23 habitaciones en este hotelTerraza para Disfrutar
No se permiten mascotas
Restaurantes a poca distancia
Bar
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Wifi
Televisión por satélite / cable
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