Hotel Wynegg

Nuestras reseñas

Los fieles entusiastas del Wynegg han contenido la respiración mientras el Wynegg pasa a estar bajo una nueva administración. Tres jóvenes locales entusiastas y dedicados han asumido el venerado manto de Ruth Guler. El Wynegg ha sido durante mucho tiempo un refugio para los esquiadores británicos de la vieja escuela y un lugar favorito para el après-ski del Marden's Club desde la década de 1920. Muchas noches, los esquiadores han abarrotado el restaurante après-ski con botas llenas de nieve recién bajados de la montaña. Ahora está bajo el cuidado de Cedric Muller, Christian “Hitsch” Florin y su amigo de la infancia Andri Fasser (Andri se formó en el Hotel Vereina en Klosters y en el Restaurante Seven en Ascona con el reconocido chef Ivo Adam). Andri, la fuerza impulsora detrás del proyecto, había albergado durante mucho tiempo la ambición de dirigir su propio hotel y restaurante. Ruth hizo posible su sueño. Los tres trabajan en armonía con Sabrina, la prometida de Hitsch, trabajando en la recepción, con su perro Jane acurrucado en un sofá o recogiendo migas del desayuno. El hotel ha sido sometido a una sutil renovación. Los huéspedes leales estarán aliviados de que la stübli de arriba con el techo panelado, pintado por el padre de Ruth en 1887, permanezca sin cambios. Las habitaciones son simples pero cómodas, todas con baño privado. Las habitaciones en la parte trasera son más tranquilas; las habitaciones diez y once son las favoritas bajo los aleros inclinados, y una suite tiene capacidad para cuatro personas con un sofá y TV. Andri produce excelente comida desde la cocina para dos restaurantes que ofrecen fondues, raclette y un menú a la carta con especialidades regionales. Hay un ambiente jovial y una mezcla colorida de locales sostiene el bar. Dardos y scrabble con Mick Jagger (no en persona) sonando de fondo. Ruth estaría orgullosa de los muchachos.

Clare Mann