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Es difícil elegir una habitación favorita (todas gritan originalidad y ofrecen sus propios encantos peculiares), pero Le Clos, que significa el recinto, es nuestra preferida. Hay una calidad cruda, ligeramente parecida a un granero en la estructura, con lámparas colgantes Edison y vigas de madera expuestas. Sin embargo, esta primera impresión se desvanece a medida que observas la lujosa cama con dosel, la suntuosa ropa de cama, el elegante chaise longue y la bañera exenta. Todo en el hotel ha sido cuidadosamente elaborado y diseñado por carpinteros y escultores artesanos locales. La comida es deliciosa, con opciones desde tapas hasta pizza y alta cocina. La granja en funcionamiento proporciona los productos, así que puedes estar seguro de que son frescos, de temporada y lo más locales posible.
Escapada ecológica
Paseos maravillosos
Esquí
Mercados locales
Entretenimiento en el Hotel
Museos
De vuelta a la naturaleza
Llena de carácter
Diseñador
Vistas
Romántico
Lujo
Contemporáneo
Aire acondicionado
Bienestar
Casa de Campo
Ideal para niños
Gimnasio
Obras de Arte
Restaurante
Spa
Colinas y montañas
Habitaciones
145 habitaciones en este hotelTelevisión por satélite / cable
Jacuzzi
Wifi
Sala de juegos
Estacionamiento
Bar
Sauna/Baño de Vapor
Masaje
Gimnasio
Spa
Restaurante
Piscina
Jardín
Ideal para niños
Sala de Estar
Suites
Aire acondicionado
Paseos maravillosos
Esquí
Mercados locales
Entretenimiento en el Hotel
Museos
"Throughout, the hotel has employed the talents of a long list of local sculptors and wood carvers, as well as furnisher makers for everything from tables and chairs to beds and sofas, and artisans who produce lamps and custom bedding."
Publicado originalmente por Forbes
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