Thyme at Southrop Manor

Nuestras reseñas

Thyme en Southrop es más que un hotel; es una finca viva, moldeada con cuidado por la propietaria Caryn Hibbert y su familia. Se llega por un largo camino con ovejas pastando en el terreno y áreas de tierra reforestadas dejadas para que sigan su curso natural. 

El Meadow Spa es pequeño pero reconfortante, con un área de relajación junto a la chimenea que te invita a quedarte un poco más después de un masaje. Los jardines no están cuidados hasta la perfección, sino que son vivos y estacionales – el jardín de cocina y el de flores están llenos de flores y productos que se integran en cada parte de la experiencia del huésped. La piscina está abierta de abril a noviembre y utiliza agua extraída naturalmente del manantial propio del hotel, ¡pura como para beberla!

La Sala del Jardín Inglés es vasta, con una paleta de suaves tonos rosas y verdes de Edward Bulmer, su propia chimenea, y un baño del que no querrás salir: una ducha de mármol a ras de suelo, una bañera con borde pintado orientada al jardín, y un montón de grandes toallas esponjosas y paños con sales de baño Bertioli. Arriba, una despensa ofrece flapjacks, manzanas del jardín, hielo y leche; también tienes la opción de un cesto de desayuno en tu habitación.

Dirígete a la boutique llena de telas Bertioli, libros de cocina y productos para el cuerpo Bertioli, incluyendo el excelente 3-in-1 Body Bar, donde Genevieve habla de ellos con verdadero conocimiento y calidez. Las comidas son dirigidas en el Ox Barn por Charlie, hijo de Caryn y director culinario, cuyos menús dependen en gran medida de los productos de la finca. Y son los empleados quienes se quedan contigo: la sonrisa siempre lista de Molly, Thomas preparándote un enérgico G&T y deslizándote un pequeño tarro de mermelada porque notó cuánto te gustaba, y el entusiasmo de Genevieve en la tienda. Un pequeño pedazo de cielo en los Cotswolds.

Lulu Townsend